Sin lugar a dudas, lo mejor de este fin de semana ha sido el público mexicano. Hacía demasiados años que la Fórmula 1 no iba a ese país y eso se ha notado. El público, que ha llenado las enormes gradas del circuito, ha disfrutado como nunca, traspasando esa emoción a los pilotos. Digo que ha sido lo mejor del fin de semana, porque la carrera ha sido poco bonita.
Nada más empezar, ya teníamos sorpresa en forma de abandono. Sorpresa para nosotros, porque Fernando Alonso ya sabía que no podía dar más de dos vueltas. Si ha salido ha sido por no defraudar al público. En cada GP decimos que McLaren no puede ir peor, pero parece ser que sí. Solo espero que esta haya sido una «pretemporada» larga para ellos y el año que viene podamos decir que Fernando Alonso lucha por las primeras posiciones. Ni él ni Button, dos campeones del mundo, se merecen estar donde están ahora mismo.
Tampoco se merece la mala suerte que está teniendo Carlos Sainz. Que es un pilotazo no lo duda nadie, pero parece ser que en cada carrera tiene que tener algún tipo de problema. El último cambio de neumáticos ha sido tan desastroso que perdía más de 1 segundo por vuelta. A eso hay que añadirle problemas de motor y de frenos. El día que Carlos tenga un buen coche, podrá demostrar al resto del mundo lo que muchos ya vemos aquí.
Y, por fin, Rosberg gana una carrera. Lo ha tenido de cara todo el fin de semana, saliendo ayer desde la pole y tirando hoy desde el principio. Cabe destacar que la estrategia de equipo le ha ayudado, obligando éste a hacer entrar a boxes a Hamilton cuando él no quería. Eso hace al alemán afianzarse con la segunda posición en el campeonato, gracias en parte, al desastroso fin de semana que ha tenido Ferrari. Ni Raikkonen ni Vettel han podido acabar la carrera, el primero por un toque con Bottas y el segundo por una serie de continuos errores.
Espero que podamos vivir muchos años más el GP de México porque la afición de allí se lo merece.
Arte Motor 