Segun el estudio de la organización independiente Consejo Internacional de Transporte Limpio que estudia el impacto medioambiental del transporte urbano, que ha durado más de 15 años y que ha estudiado las fuentes de otros tantos países, los vehículos que compramos consumen de media un 42% más de lo que indican las marcas, es decir, su consumo homologado y esto puede aumentar en el caso de los diesel, que pueden llegar a consumir hasta un 50% más.
Que los consumos homologados son mucho más bajos que la pura realidad es por todos sabido, y no solo porque una conduccion tan programada, suave y eficiente desde el punto de vista del consumo sea imposible en el día a día sino porque sacan de sus ecuaciones las temperaturas extremas del invierno o el verano, las altitudes según que zonas, los atascos, las pendientes y muchas otras variables.
Esto de que los consumos al final son más altos lo sabemos, si, pero el problema viene en que un mayor consumo perjudica tanto a nuestro bolsillo ya que un conductor tipo puede gastar así 400€ más de lo que nos indican las marcas, sino también perjudica al medio ambiente.