El GP de España de F1 pasará a la historia por la victoria de Max Verstappen. Es el piloto más joven en ganar una carrera de F1 y además en su carrera pilotando un Red Bull. He de decir que cuestioné, y mucho, el cambio de pilotos entre Max y Kvyat, pero visto lo visto, parece que fue un acierto total. Vale que el accidente de los Mercedes favoreció a que esto sucediera, pero aún así, es sencillamente impresionante.
Pocos esperábamos un inicio de carrera así en el que parecía que iba a ser otro paseo de Mercedes. Todo lo contrario. Ambos acabaron contra las barreras para sorpresa de todos por culpa de una lucha precipitada por la primera plaza. Al final hemos podido ver una emocionante carrera sin ellos y una bonita lucha entre Ferrari y Red Bull. La estrategia de dos paradas al final resultó ganadora y eso lo demostró la victoria de Max y la segunda posición de Kimi. Optaron por 3 paradas Vettel y Ricciardo, que fueron dominando la carrera y al final se tuvieron que conformar por la tercera y cuarta posición.
Meritoria también fue la sexta posición de Carlos Sainz en casa. Quiero destacar el buen rollo que tiene con Fernando y que se demostró en el drivers parade. Bonito gesto de los pilotos españoles acercándose a la afición y viviendo el gran premio con ellos. Lástima que Fernando no tuvo la suerte del madrileño y no pudo acabar la carrera.
En dos semanas vuelve la emoción, que nunca falta, en el GP de Mónaco.