“Mi nombre es Carlos. Hace cinco años decidí pedir una excedencia en mi empresa y quitarme una espina que corría el riesgo de quedarse clavada para siempre. Quería viajar por el mundo en moto sin billete de vuelta, pero nunca encontraba el momento de mandar todo al carajo y lanzarme a la carretera. Unos meses me parecieron suficientes para saciar el ansia y reincorporarme a mi vida urbana.”
Así se presenta Carlos, o Charly Sinewan, en su blog. Para los que no le conozcáis, Charly Sinewan es un aventurero, un trotamundos, o como él se define, un “nómada”. ¿Os imagináis dando la vuelta al mundo en moto? Su primera parada, La India y de ahí, hasta Australia, a la aventura, sin fecha de vuelta. Hablamos de 2009. Salió a finales de agosto, con una Honda Varadero 2007 con 18.000 km a la espalda, y por septiembre ya habían caído España, Francia e Italia. Después vino Eslovenia, y Croacia, donde aparcó en Dubrovnik. Muchas horas en moto había disfrutado ya y solo era el principio de un largo viaje. Es en estos viajes donde uno se da cuenta de verdad de la calidad humana, ves gente que te dice que tus primos te alojarán, que te cuidan la moto gratis, camareros que siempre te ayudan con la moto y te atienden como bien es debido…
Volviendo al viaje, su siguiente parada fue Montenegro, donde estuvo un par de días gracias a una fiesta nocturna que le fue imposible de rechazar. De ahí, dirección Kosovo. Cabe recordar que esa parte de Europa fue asolada por la guerra no hace mucho, que acabó con Kosovo siendo reconocido como Estado. Parada en Pece, pueblo de su amigo recién conocido Antón, y a seguir por Macedonia y Bulgaria, con muchos cambios de tiempo por el camino. Para Charly, el conflicto entre todos los países de la antigua Yugoslavia lo provocaron los políticos, no las personas. Es decir, como pasa normalmente. Cuestión de sensaciones. En Bulgaria, según Charly, hay cosas sorprendentes como que los coches tienen que pagar 5 euros semanales para circular, pero no las motos. Y de ahí, a Asia!!!!
“Aterrizó” en Turquía, donde conoció a un par de moteros y pasó el tiempo entre la moto y los distintos sitios para hacer un poco de turismo. No todo va a ser moto, con lo bonito que es ver otras culturas. Lo siguiente fue zona conflictiva, Irán y Pakistán. En Irán estuvo ni más ni menos que siete días, de los que no daré detalles para no haceros “spoiler”, ya que vosotros mismos podéis leerlo en su blog, que aún no lo había escrito: http://www.sinewan.com/ . En Irán y Pakistán todos somos conscientes de lo difícil que es por ahí sin que algún loco cometa eso, alguna locura, por lo que la escolta estaba a la orden del día.
Y finalmente, La India. Charly describe las carreteras de ese país como “anárquicas”. Como podréis leer en su blog, son totalmente infernales para un conductor europeo con un poco de idea para conducir. Llegó a Manali, aproximadamente en la zona central del país, donde conoció a un italiano y a una española, por fin un poco de lengua nativa. Al final acabó en una casa de unos madrileños amigos de la española, por lo que todo salía a pedir de boca si no hubiera sido por problemas en su rueda y las numerosas “chapuzas” que hubo que hacerle a la moto para dejarla como nueva. Y de Delhi a Rishikesh. En su blog nos cuenta detalladamente como fueron todos esos días en La India, con detalles interesantes, como que acabó en la boda del hijo de uno de los mejores amigos de un dueño de una agencia de viajes, y cómo fue la boda, por supuesto.
Después pasó a Nepal, donde primero llegó al centro del país, a Pokhara, no sin antes parar en Lumbini, ciudad natal de Buda, ¿os suena? En Pokhara, Charly pensaba en descansar unos días, ya que su siguiente destino era Tailandia. Ante la imposibilidad de ir por carretera, Charly optó por un viaje en avión Katmandú – Bangkok, le costó prepararlo, pero gracias a un poco de ayuda externa salió bastante bien. Antes de eso, un paseo por las montañas nepalíes, que Charly describe así: “Unos de los trekking más conocidos es el Annapurna circuit, quince días de caminata rodeando picos de hasta 8060 y con un paso a píe de 5600 metros. Hay una pista por lo que sé que llega hasta 3500 metros y por la que suben a duras penas coches cuatro por cuatro. Llevo unos días haciendo averiguaciones y parece que al menos, puedo intentar subir con la moto descargada al máximo”. La aventura al completo podéis leerla en su blog.
Cambio radical el que vivió tras llegar a Bangkok, el nivel de desarrollo del país era muy superior a los vividos con anterioridad. No pudo llegar a China, solo a su frontera, pero algo es algo. Tras contarnos sus peripecias por el blog, el viaje lleva a Charly a Chiang Mai. Aquí tenemos un vídeo de cómo es conducir por Tailandia.
Siguiente parada, Laos, donde el paso fronterizo era por la capital, Vientiane, a orillas del río Mekong. Allí en Tailandia tuvo un accidente que normalmente hubiera sido grave, un coche embistió a Charly y lo desplazó cuatro metros. Cosas de la costumbre de conducir por la derecha, cuando en Tailandia es por la izquierda como se aprecia en el vídeo. Ya en Laos, llegaron a una isla, Don Som, a descansar. Tras pasar un par de polis, llegó a Camboya, donde después cogió camino de Kampot.
Llegó a Pattaya, lo que Charly en su blog define como “el mayor putiferio que nunca antes había visto”. Siguiente parada, Malasia, cada vez más cerca del destino, no sin otro accidente en Ko Phangan, una isla de unos 30 km de ancho que tiene montañas de hasta 500 metros de altitud.
Buenas vistas eh!! Charly Sinewan no paró en Malasia, sino que según llegó salió para Indonesia, es lo que tiene cuando vas a contrarreloj y más tras perder una semana enfermo. Y hablando de tiempo, nos plantamos ya en Año Nuevo, enero de 2010. 3 meses en carretera. Malasia, según Charly, es un país curioso, donde “musulmanes, budistas, hinduistas y católicos conviven en paz”. Bienvenidos a Malasia:
Al final, tres noches en Kuala Lumpur, esperando que algún alma caritativa transportase la moto. País número 19, Singapur, donde Charly, con ayuda, intentó buscar un nuevo guardabarros a su moto, a saber dónde estará el otro. Ahora empieza la ruta acuática, ir de barco en barco, pues cruzar en moto es, obviamente, imposible. Por si algún aventurero lee esto, aquí tenéis un tutorial de cómo mandar una moto de Malasia a Indonesia, cortesía de Charly Sinewan:
Como ya hemos dicho, Charly quería llegar a Indonesia, y llegó, país 20. Curiosa anécdota la de “la gasolinera”, como siempre, en su blog. Tras una breve estancia, llegó a Sumatra, gracias a “San Google”, como él dice. Ya está llegando al final su aventura, y es que tras pasar Bali, Bima, Larantuka y Kupang (seguimos en Indonesia), Charly se despidió del país para llegar, por fin, a Australia, donde llegó a la ciudad de Darwin, y donde esperó dos días a que llegara su moto.
Los detalles de su aventura por Australia, como siempre, están en los relatos del blog de Charly, él los explica mucho mejor de lo que podría hacerlo yo. Solo os adelanto que llego a Sidney, destino final, pasando por Melbourne. Todo esto después de 8 meses de viaje desde aquel día de finales de agosto que metió la primera marcha de esta aventura. Aquí está el vídeo del final de la aventura:
Próximamente el segundo capítulo.