El turismo colaborativo es uno de los mayores motores de innovación en el sector. Las cifras anunciadas en la pasada edición del ITB Berlín demuestran las perspectivas de crecimiento, y solo en este 2016 se espera que supere los 46.000 millones de dólares.
Las iniciativas de compartir coche se presentan como opciones estrella de transporte dentro del turismo colaborativo. Aunque para moverse por el interior de la ciudad las flotas de coches eléctricos son bastante útiles, son las plataformas de alquiler de coches entre particulares la apuesta más cómoda para los turistas a la hora de planear escapadas de fin de semana fuera de la ciudad. Pueden alquilar el coche que más se ajuste a sus planes directamente a un particular. No experimentan nunca cambios de última hora en el modelo, pueden alquilar por los días que quieran, e incluso extender el alquiler si desean alargar su viaje.
“En el pasado, la gente no tenía más remedio que poseer un coche si necesitaba uno. Ahora, muchas personas en Barcelona y Madrid que usan el transporte público a diario y sólo necesitan un vehículo ocasionalmente, pueden usar plataformas como RideLink para compartir el coche de un vecino cuando lo necesitan”, explica Alexander Stevenson, CEO de RideLink, un servicio de carsharing entre particulares. Stevenson afirma que “los teléfonos móviles han cambiado la forma en la que los consumidores esperan interactuar con los servicios de transporte. Ahora puedo usar RideLink desde mi teléfono para encontrar un coche cerca de mí. Es más barato, está más cerca, tiene una mejor selección de coches que una gran compañía de alquiler tradicional, y nunca hay que hacer cola tras un mostrador”. También habló de la competencia de RideLink: “Mientras Uber, como es sabido, ha sido recibido con resistencia, ya que pueden verse como sustituidores del trabajo de los taxistas, los servicios de carsharing como RideLink son bienvenidos porque reducen el número total de coches en la carretera y generan beneficio directamente a los miembros de la comunidad”.
Sobre esta aplicación llamada Ridelink, consiste en una comunidad de alquiler de coches entre particulares en pleno crecimiento que pone en contacto a propietarios de coches en desuso, con arrendatarios que necesitan un coche, convirtiéndose en una alternativa inteligente y sostenible, para ambas partes, a tener un coche en propiedad. Comunidad nacida en 2015, en pocos meses está presente a nivel internacional en el Reino Unido, España y Alemania, con una comunidad que supera las decenas de miles de usuarios. En España se lanzó la versión de prueba en diciembre, y en este mes de marzo por fin vio la luz su versión oficial. Algo destacable de RideLink es su seguro a todo riesgo proporcionado por Allianz, que cubre todos los coches durante los alquileres. Ha sido especialmente diseñado para el alquiler de coches entre particulares y protege a arrendatario y propietario de tener que pagar cifras elevadas por daños en caso de accidente.