¿ES EL NISSAN GTR UNO DE LOS COCHES MÁS RÁPIDOS DEL MUNDO?

Sus 550cv de potencia, aceleración de 0-100km/h en 2.8″ y una relación calidad-precio más que razonable le convierte en uno de los deportivos a tener en cuenta dentro del mundo de la velocidad.

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Diseño extravagante, glamour y precio elevado. Tal vez estos serían los 3 principales adjetivos que a cualquier persona se les pasaría por la cabeza a la hora de definir un superdeportivo. Unos adjetivos que, para nada, concuerdan con el Nissan GTR, pero no por ello lo excluyen de dicha categoría, ni muchísimo menos.

Verán ustedes, quizás no sea el coche más llamativo del mundo, digamos que no es un «rompecuellos» como podría serlo cualquier Lamborghini. Tampoco es un Veyron en cuanto a velocidad punta, y por supuesto, sus 110.000€ de precio poco tienen que ver con un Ferrari. Eso sí, les puedo asegurar que, a pesar de tales afirmaciones, estamos ante un coche totalmente distinto al resto pero de similares prestaciones, un coche con el cual todo aficionado al mundo del motor estaría dispuesto a soñar. Les explicaré por qué.

Que el pequeño Skyline se ha hecho mayor es mucho más que una evidencia. De hecho los creadores del GTR afirmaron no ser conscientes de lo que habían realizado una vez finalizado el trabajo. En un principio se esperaba una versión mejorada del antiguo Skyline-GTR, un coche, que, de primeras, había sido diseñado para competir con el resto de deportivos japones. ¿El resultado final? una bestia.

Sus 550cv con motor V6 hacen del GTR una experiencia de conducción única e inigualable. Con un diseño al más puro estilo japonés, la obra maestra de Nissan alcanzó la fama con facilidad gracias, además de sus extraordinarias presataciones, a películas como la saga Fast and Furious y videojuegos como Need For Speed. Pero sería en 2014 cuando se produjo la coronación del hijo pródigo de Nissan, nada más y nada menos que en el mítico Nürburgring, llegando a los 379 km/h de velocidad punta y quedando entre los mejores en un test de velocidad de coches de serie, con unos registros por encima de muchos de sus encarecidos competidores como el 911 S Turbo de Porsche o el Lamborghini Aventador. Aunque si hay una faceta que verdaderamente diferencia al GTR del resto de deportivos, esa es su aceleración. Con un desarrollado sistema launch control, el cual le permite dar un impulso en una salida del mismo modo que un corredor de 100m lisos, el GTR es capaz de llegar a los 100km/h en tan sólo 2.8″. Para que se hagan una idea, la media de un F1 actual estaría en torno a los 2.9″ sin utilizar kers. Solo de imaginarlo ya es excitante.

Pero es en circuito donde realmente se desata este mito del motor, de igual modo en que se desata un león enjaulado al llegar a su hábitat. El novedoso sistema Track Pack que ofrece Nissan a su más predilecto coche le permite una reducción de peso extra que se traduce en unos resultados espectaculares y unas sensaciones únicas sobre el asfalto. Además, su tracción integral a las 4 ruedas, con la posibilidad de activar el ESP en modo R (función únicamente posible en circuito), lo cual permite un sobreviraje agresivo, nos ofrece la posibilidad de realizar contravolantes intensivos y adquirir una mayor potencia de salida en curva. Todo ello, unido a su ligera y aventajada caja de cambios, aunque perezosa en el modo automático,nos permite afirmar que se trata de un coche especialmente diseñado para rendir con creces en circuito, donde saca su mejor versión. Tanto es así que, para muchos, es considerado como el más rápido en ese sector, a pesar de que su diseño un tanto a modo berlina le sitúe además como uno de los superdeportivos que mayor confort ofrecen a la hora de conducir. Su versión mejorada, el GTR Nismo, nos ofrece un mayor rendimiento en este aspecto con un extra de 50cv y 40.000€.

En definitiva, estamos ante una maravilla que vale mucho más de lo que cuesta, que mejora y divierte a cualquier piloto sobre la pista, y que apasiona e ilusiona por igual a jóvenes y adultos, hombres o mujeres con un detonante en común, la pasión por las 4 ruedas.