Ha sido un fin de semana de bastantes titulares y empezaré por el más reciente. Mercedes ya es campeón de constructores por segundo año consecutivo. Era algo que todos esperábamos, pero un cúmulo de cosas ocurridas en carrera ha hecho que fuese oficial horas después de que acabase esta. La sanción impuesta a Kimi, con 30 segundos de penalización por provocar un accidente con Bottas, ha hecho perder a Ferrari los puntos necesarios para que Mercedes se proclamase campeón. Hasta ese momento no lo eran, en parte por la retirada de Rosberg a principio de carrera con problemas en su monoplaza. A veces, esta situación me recuerda a la de Webber en Red Bull, en la que todo lo malo le pasaba a él. Algo parecido le pasa a Nico este año.
El otro titular del fin de semana era la celebración del gran premio 250 para Fernando Alonso. Quién nos iba a decir años atrás que un piloto español llegaría a esos números en la Fórmula 1. Pero, sobretodo, quién nos iba a decir que nos daría tantas alegrías. Y aunque este año no tenemos tantas, contento estaba Fernando con el punto conseguido en la carrera de hoy, hasta que la FIA ha entrado en curso. Ha decidido penalizar al español con 5 segundos, por lo que baja a la 11ª posición, perdiendo ese punto, por sobrepasar los límites de la pista en carrera. Entiendo que sea sancionable, lo que ya no entiendo es la vara de medir que usan con los diferentes pilotos en pista. Tanto hoy como en muchas otras carreras, hemos podido ver a pilotos haciendo esa misma acción sin acarrear ninguna consecuencia.
Y por último, quiero nombrar a Carlos Sainz. El sábado nos dio un susto tremendo empotrando su Toro Rosso contra el muro de protección, teniendo que ser evacuado al hospital. Nos tuvo durante unos minutos a todos con el corazón encogido, aunque, por suerte, todo quedó en un susto. Con el ok para correr y saliendo desde la última posición, Carlos se ha marcado una carrera que será difícil de olvidar para él. La lástima, es que cuando rodaba en esa gran meritoria 7ª posición, los frenos de su coche dijeron basta y tuvo que abandonar. Aún así, puede estar el madrileño bien orgulloso de su rendimiento este domingo.